¿No les ha pasado
que se encuentran en una situación muy incomoda y lo único que desean es salir
de ahí, y por “x” ó “y” razón no lo logras?, Roman Polanski nos sumerge en una de
esas situaciones donde conforme avanza la historia, las personas y situaciones
se vuelven insoportables.
Adaptación de la exitosa obra de teatro
conocida con el título, “Un Dios Salvaje” de Yasmina Reza, quien participa como
co-guionista de la película junto a Polanski, y es este último, un experto en
crear ambientes asfixiantes y claustrofóbicos, así es que, si padeces de “claustrofobia”,
definitivamente, esta no es una opción para ti.
Lo que en apariencia es una agradable reunión
conciliadora entre los padres de dos
niños que se han agredido en un parque, se convierte en un verdadero campo de batalla
en el que los cuatro individuos dejan salir el animal que llevan dentro,
derrumbando la falsa careta de personas civilizadas. El vómito gráfico de Nancy
Cowan (una espléndida Kate Winslet) sirve como aviso de lo que vendrá a
continuación: un desfile hilarante de la miserable personalidad de cada uno de
los cuatro individuos.
Con una puesta en escena naturalista, Roman
Polanski consigue sumergirnos en una escena surrealmente claustrofóbica de la
condición humana, con tintes tragicómicos que inevitablemente remiten al Ángel Exterminador
(1962) de Luis Buñuel cada vez que los hipócritas personajes se despiden y que
por un motivo u otro, no logran abandonar la sala de estar del apartamento,
asemejándola a un ring de lucha libre.
La película sale victoriosa del reto que
significa ser contada en tiempo real, sus escasos 80 minutos de duración se van
como un suspiro, por ello las actuaciones resultan ser un factor clave para que
el filme no se caiga y Carnage
reúne a uno de los más sorprendentes elencos que le da esa agilidad narrativa
que el filme necesita: Jodie Foster, Kate Winslet, Christoph Waltz y John C.
Reillly.
El único fallo de la película es el de no
concretar la crisis existencial que el filme pretende (si es que este es uno de
sus objetivos) lanzar como espejo social a uno como espectador, que en momentos
nos sorprenderá e incluso, nos podemos sentir identificados con ciertas
actitudes de los personajes, más no perturbarnos con ellas.
Con “Carnage:
¿Sabes Quién Viene?”, Roman Polanski nos regala otra muestra de
su genialidad en el manejo de la cámara en un espacio relativamente limitado
donde explota todas sus posibilidades para encerrar a sus personajes y lograr
la degradante catarsis que el cuarteto de actores necesita.
Una película cumplidora en forma y contenido,
muy entretenida, con un humor inteligente y muy negro que se burla de las
“formas correctas” del protocolo social y es un buen pretexto para rencontrarnos
con el maravilloso cineasta que es Roman Polanski.
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